Después de once ediciones finalizadas en el rally Dakar sobre una moto, la española Laia Sanz decidió encarar una nueva etapa en su campaña deportiva. El la 44ª edición de la mítica prueba, que se realizará del 1 a 14 de enero en Arabia Saudita, debutará en la categoría autos con un MINI All4Racing del Primax X-Raid Team.
“A mí que me gustan los retos y esto es una motivación que realmente necesitaba. Es un sueño correr el Dakar con un coche competitivo. El algo que anhelaba desde hace muchos años y por fin se hará realidad”, le explicó Laia a Automundo durante un evento virtual organizado por Primax, uno de sus patrocinadores.
“En motos logré resultados que ni me imaginaba cuando disputé por primera vez la carrera. Si alguien me decía cuando yo empecé en esto que iba a hacer un Top 10, que iba a finalizar cada una de las carreras o que iba a competir para equipos oficiales, no le hubiese creído”, admitió la ahora ex motociclista, que fue 9° en 2015 y que siempre fue la mejor representante femenina ubicada en el clasificador.
“Me siento realizada con todo lo que logré y por eso decidí terminar la etapa en motos. Estoy súper orgullosa de todo lo que he conseguido”, insistió la múltiple campeona mundial de trial y enduro.
CARLOS SAINZ, UN GRAN CONSEJERO
Laia también confesó que la decisión de correr en la exigente competencia sobre cuatro ruedas fue alentada por su compatriota Carlos Sainz, tres veces ganador del Dakar tras su paso exitoso por el WRC (ganó los títulos de 1990 y 1992). Ambos son compañeros en el equipo Acciona Sainz XE de la Extreme E, algo que le permitió a Sanz afianzar su relación con el veterano piloto.
“Con Carlos estoy aprendiendo un montón de cosas. Es bueno iniciar este camino a su lado. Estoy tratando de ser una esponja para aprender mucho de él… Carlos fue quien me ayudó a tomar la decisión de correr el Dakar en coches. Él me animó a dar este paso porque yo era más de la idea de hacer algo intermedio y correr primero en Side by Side”, confesó la piloto de 35 años.
“Era un placer estar en la Argentina, luego Bolivia, Chile, Perú… Nunca había dos etapas iguales, era mucho más variado. Estar en Sudamérica era un placer… pero lo que extraño más es el calor de la gente”.
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UN EJEMPLO PARA LAS MUJERES
Más allá del entusiasmo de esta nueva etapa, Laia no oculta su orgullo por el legado que dejó con sus participaciones en motos, principalmente para las mujeres. “Me siento más orgullosa de eso que de los campeonatos ganados. Ver que ahora en el trial y en el enduro hay muchísimas chicas jóvenes me hace sentir feliz porque yo fui un poco la pionera de eso. Ver cómo ellas lo hacen bien, mejoran y ahora lo tienen un poco más fácil que yo, porque al ser la primera me fue más difícil, me hace mucha ilusión”, explicó.
Aunque consideraba que por una cuestión del aspecto físico es muy poco probable que una mujer logre ganar el Dakar en motos, piensa que en autos las posibilidades se emparejan, como ya lo demostró la alemana Jutta Kleinschmidt en 2001.
“En motos eso es muy difícil porque, nos guste o no, hay una diferencia física que es real. Una mujer bien preparada, como lo demostré yo, puede hacerlo muy bien, pero de ahí a ganar lo veo improbable. En autos esa diferencia física no existe. Si Jutta ya lo hizo creo que es posible. Aunque es verdad que es difícil tener las oportunidades para hacer kilómetros y correr con un coche Top porque ahora mismo hay mucha diferencia entre los vehículos de punta y el resto”, analizó la ibérica, que compartirá el habitáculo del MINI del Primax X-Raid Team con el Maurizio Gerini.
En ese sentido aseguró que le gustaría acumular muchos kilómetros de pruebas y tener el mejor medio mecánico de la especialidad “para saber hasta dónde puede llegar mi nivel sin estar limitada por el auto o las pruebas”.
