Nadie puede discutir el talento del brasileño Ayrton Senna, quien dejó su sello en la Fórmula 1 con los títulos de 1988, 1990 y 1991. Además, hay otros aspectos de su personalidad que siempre se han resaltado como su profesionalismo y compromiso para ser el mejor piloto de la categoría. Pero parece que esto último, a veces, lo hacía un tanto irritable. Al menos eso se desprende del testimonio del inglés Mark Blundell, quien fue piloto de pruebas de McLaren a principios de los ’90.
En plena era de las suspensiones activas, introducidas con éxito por Williams, Blundell y Senna compartieron unas pruebas en Imola para probar esta solución técnica. “Yo estaba manejando el auto con la suspensión activa y mi tiempo de vuelta fue un poco más rápido que el tiempo de Senna, quien rodó sin este sistema. Él no podía creer que un piloto de pruebas fuera más rápido que él. Así que estudió los datos y analizó lo que estaba sucediendo allí”, contó el inglés durante una entrevista a Beyond the Grid, un podcast dedicado a la F.1.
Pero el episodio continuó cuando terminaron esos ensayos. “Se suponía que debía ir al aeropuerto entonces y Josef Leberer, el fisio, me llevaría allí. Estábamos sentados en la junta y luego dije: ‘Bien, muchachos, tengo que ir al aeropuerto de Bolonia ahora. Josef, ¿me puedes llevar?’. Entonces, Senna levantó la cabeza y solo dijo: ‘No. Él se queda aquí’. Había todo tipo de personas en esa reunión, nadie dijo una palabra. Solo tartamudeé: ‘Pero, entonces cómo llego al aeropuerto. Josef debería llevarme, todo estaba planeado’. Senna levantó la vista nuevamente y dijo: ‘No, se queda aquí’.”, reveló Blundell.
“Fue un juego psicológico en el que me hacía comprender que solo era el piloto de pruebas, el sustituto. Y era increíblemente egoísta. Siempre se aseguró de obtener lo que necesitaba para tener éxito. Así fue como trabajaba, lo entendí más tarde. Siempre se las arregló para sacar el máximo provecho de las personas que lo rodeaban. Tenía el don de hablar sobre algo y presionar un sistema sin que la gente a su alrededor se diera cuenta de cuán grande era esta presión”, agregó el nacido en Londres, quien también compitió en la Champ Car World Series y luego fue comentarista de TV.
Blundell, que por entonces tenía 26 años, recordó también otro evento en un avión en el que Senna recibió de su asistente Beatrice una carpeta con recortes de prensa que no le gustaron demasiado. “Estos son comentarios negativos para mí. Y quiero entender quién dice algo así”, aseguró el brasileño, según el ex tester del team de Woking, quien entre 1991 y 1995 disputó 61 GP’s en la Fórmula 1.
