Mientras lucha por el título de la Fórmula 1 de la presente temporada, Red Bull también piensa en el futuro. Principalmente en Red Bull Powertrains, la nueva compañía que creó para preparar sus propios motores ya que Honda, su proveedor actual, dejará la categoría a fin de año.
Además de adquirir la propiedad intelectual de las unidades de potencia nipona y encargar siete bancos de prueba le está dando forma a su plantel de especialistas, que estaría integrada por más de 300 personas.
Algunas ya fueron contratadas y muchas de ellas provienen nada menos que de Mercedes, su gran rival. Ben Hodgkinson, quien se desempeñaba como jefe de ingeniería de Mercedes High Performance, fue el primero en sumarse a este proyecto y a él se unieron otros cinco especialistas.
Esto en mucho tiene que ver la nueva normativa que entrará en vigencia en 2025 y que supondrá un cambio en los impulsores actuales.
Según la revista especializada Auto Motor und Sport de Alemania, Red Bull ya contrató a 50 empleados de la marca alemana, muchos de los cuales tendrán roles claves en su nuevo proyecto.
En una entrevista al medio germano Helmut Marko, asesor de Red Bull, brindó más detalles de esta nueva área, principalmente en lo referido al área presupuestaria. “El gasto en motores debe estar muy por debajo de los 82 millones de euros. El costo de cada unidad es de 1,6 millones de euros. Además, un turbocompresor cuesta más que un motor V8 completo”, aseguró.
Por otra parte, siguen los rumores sobre las negociaciones que mantendría Red Bull con Audi y Porsche, quienes podrían ser sus socios en esta nueva etapa.
