El Turismo Carretera se encuentra en vísperas de una histórica modernización de su parque automotor para 2024. La Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) ha tomado una audaz decisión: introducir carrocerías del Ford Mustang, el Chevrolet Camaro y el Dodge Challenger en la pista.
Sin embargo, esta idea de actualización no es del todo novedosa, ya que en 1991, la ACTC exploró un camino similar al crear la categoría TC Turbo, que buscaba ser la sucesora del propio TC en aquel momento.
El propósito detrás de la creación del TC Turbo fue doble: por un lado, se buscaba allanar el camino para la modernización del parque automotor del Turismo Carretera, que enfrentaba dificultades para encontrar los vehículos adecuados para armar los autos de competición. Por el otro, se aspiraba a competir en popularidad con el TC2000, que, en aquel entonces, contaba con una mayor atracción entre los aficionados debido a su uso de modelos más modernos y tecnológicamente avanzados.
La flota de autos en el TC Turbo estaba conformada por vehículos como la Renault Fuego, el Ford Sierra, el VW Carat y el Fiat Regatta. Estos autos estaban equipados con motores de 1.9 y 2.2 litros de cilindrada, a los que se les incorporaron turbos Garret con una presión máxima permitida de 1,3 Bar y un régimen de 6.000 rpm. Esto permitió que la potencia de estos vehículos superara los 300 caballos.
La categoría atrajo a pilotos destacados del automovilismo argentino que apostaron por el TC Turbo. Entre ellos se encontraban reconocidas figuras como Oscar Aventin, Roberto Mouras, Cocho López, Ernesto Bessone, Carlos Aranzana, Jorge Omar del Río, Hugo Olmi, Rubén Bulla y Omar Bonomo. Los autos utilizados provenían tanto del TC2000 como de la Clase 3 del Turismo Nacional.
El debut oficial del TC Turbo tuvo lugar el 6 de diciembre de 1992 ante más de 20.000 espectadores en el autódromo de Buenos Aires. El escenario, que coincidió con la última fecha del torneo de TC, vio cómo el Puma Aventin se coronaba campeón. Sin embargo, a pesar del entusiasmo de la ACTC y los esfuerzos de los pilotos y equipos participantes, el TC Turbo no logró despegar como se esperaba.
El interés de los equipos y pilotos en participar fue menor de lo esperado, lo que se evidenció en la escasa presencia de vehículos. Solo siete autos se presentaron para girar en una exhibición, lo que dejó un sabor agridulce en el ambiente. Además, la falta de un sonido impactante de los motores también influyó en la indiferencia del público hacia la categoría. Estos factores, sumados a otras circunstancias, llevaron a que el proyecto del TC Turbo se archivara rápidamente, dejando una marca efímera en la historia del automovilismo argentino.
Hoy, mientras el Turismo Carretera se encamina hacia una nueva etapa de modernización con la incorporación de las emblemáticas carrocerías del Ford Mustang, el Chevrolet Camaro y el Dodge Challenger, la pregunta que surge es si los fanáticos recibirán con entusiasmo esta apuesta audaz. Solo el tiempo revelará si esta revolución traerá consigo el éxito que la ACTC espera…
